Junto a la familia, la escuela es el segundo lugar en la vida de cada persona que deja marcas decisivas para toda la vida y que se mantendrán en su comportamiento futuro.
Muchas escuelas están muy ocupadas con su misión de proporcionar saber, en muchas escuelas se observa una gran presión y rivalidad entre los alumnos.
La variedad de impresiones a las que se exponen los jóvenes en su tiempo libre y la desorientación también por parte de algunos educadores en cuestiones emocionales y espirituales dejan claras huellas en el comportamiento de los jóvenes.
El aumento de la migración incrementa el peligro de conflictos interculturales. La cooperación y un comportamiento sensato son puntos muy importantes que todavía no hacen parte de los cánones de la enseñanza.

En la escuela se encuentran personas muy diferentes con papeles e ideas muy distintos, lo que crea una necesidad especial de comunicación.
La mediación escolar puede ayudar a mejorar situaciones concretas conflictivas. Además todos los involucrados pueden ser instruidos para resolver conflictos de una manera constructiva y cooperativa. Este aprendizaje representa un valor individual y social duradero.
En nuestra red colaboran mediadores que poseen experiencia en ese campo.