La familia es la parte esencial de nuestra sociedad. Aquí quedan marcadas en nuestros hijos sus primeras y más importantes experiencias que serán de gran importancia para el resto de sus vidas.
No obstante la familia puede convertirse en un vertedero de basuras para sentimientos negativos y frustraciones que cada miembro experimenta en el exterior en su lucha diaria y que únicamente en la intimidad del hogar se atreve a vivirla.

El número de separaciones y divorcios está alcanzando un alto nivel y va en aumento. Matrimonios destrozados pueden quitar la alegría de vivir y la fuerza creativa de los implicados. Estos no representan ningún entorno adecuado que garantice el crecimiento sano de los hijos. Muy a menudo las personas perseveran en situaciones insatisfactorias hasta llegar a un momento en el que ya no son capaces de mejorarlas y viendo al final como única salida el abandono de todo. No son pocas las veces que futuras relaciones conducen a los mismos problemas.

Una mediación a tiempo puede ayudar a superar en la comunicación mecanismos arraigados y a contribuir una mejoría duradera en la relación.
Aún en casos de que sea muy tarde una separación puede ser superada con menos dolor y pérdidas con la ayuda de una mediación (sobre todo para los hijos) que con la mayoría de los casos llamados “divorcios batalla”.
En nuestra red colaboran expertos mediadores de familia que se encuentran a disposición de los afectados.